Dios no existe, pero nos sueña. El diablo tampoco existe, pero lo soñamos nosotros. El otro día me lo encontré en el Metro y me lo dijo. Me cayó simpático, se parecía a mí de mayor. Era un pobre diablo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
micro-relato semicuento ultracuento ficción súbita caso crónica artefacto varia invención textículo short short history four minute fiction cuento breve cuento brevísimo historias mínimas microcuento minicuento microhistorias miniaturas cositas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario